Junio – Semana 2

JUNIO – SEMANA 2

LA ORACIÓN DE DANIEL

¿Sientes que tus oraciones son respondidas?

¿Sientes que cuando oras algo sucede en el mundo espiritual?

¿Sientes que tus oraciones mueven montañas?

¿Sientes que en las oraciones que hacemos en el carro, en el mercado, sonoraciones que pueden mover montañas y transformar naciones?

Hay muchos ejemplos en la Biblia del poder de la oración. Ana la mamá del profeta Samuel, por muchos años no pudo tener hijos y ella hizo una oración donde derramó su corazón y obtuvo su milagro.  Pero en este mes no vamos a hablar de Ana. Vamos a hablar de un profeta judío que fue llevado cautivo a Babilonia

¿Quién era Daniel?

Daniel fue un joven judío de linaje noble que llegó a ser un gran profeta de Dios. Cuando el rey Nabucodonosor conquistó Jerusalén, a Daniel se lo llevaron cautivo a Babilonia, donde fue escogido para servir en la corte real. Fiel a Dios, Daniel rechazó adoptar las costumbres paganas de su nueva tierra, permaneciendo íntegro en el Señor.

A lo largo de su vida, Daniel sirvió bajo cuatro reyes: Nabucodonosor, Belsasar, Darío y Ciro. A pesar de enfrentar diferentes reyes, imperios y culturas, Daniel se mantuvo firme en su fe, incluso en los momentos en los que enfrentó grandes peligros; pues su comunión constante con Dios lo mantuvo en pie.

Durante el periodo del rey Dario se creó un decreto que decía, “que cualquiera que en el espacio de treinta días demande petición de cualquier dios u hombre fuera del rey, sea echado en el foso de los leones.” Quéincreíble, cualquiera podría pensar: “son solo 30 días sin orar”, pero Daniel NO. Cuando él supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes.

Hay 4 características que aprendemos de la oración de Daniel, basadas en el capítulo 9.

1. DANIEL ORABA BASADO EN LAS ESCRITURAS

“de su reinado yo, Daniel, logré entender en los escritos el número de años que el Señor había anunciado al profeta Jeremías: la desolación de Jerusalén habría de durar setenta años.” (Daniel 9:2 RVC)

Daniel entendió que el tiempo de cautiverio estaba por terminar. Entendió que Dios había prometido por el profeta Jeremías que los liberaría, vió una luz de esperanza. En vez de no hacer nada, se puso a orar. Daniel era un tremendo estudiante de las Escrituras. En esos tiempos de estudio logró entender la profecía del profeta Jeremías.

Lee la Biblia con un deseo ardiente de entenderla.  Léela con una fe sencilla como de un niño, léela con el espíritu de obediencia y aplícala a tu vida.

2. DANIEL ORABA Y AYUNABA

“Volví entonces mi rostro a mi Dios y Señor, para pedir su ayuda con oración y ruego. Me puse a ayunar, y me cubrí de cilicio y de ceniza.” (Daniel 9:3)

Daniel sabía que estaba atravesando por un momento crítico en su vida y en su nación. Lo primero que hizo fue ayunar, y volverse a Dios de todo corazón. Un acto físico de obediencia que desata bendición y milagros. Cuando ayunas estás diciendo: “menos de mi y más de ti Dios” “Y cuando ayunes perfúmate la cabeza y lávate la cara” (Mateo 6:17) el ayuno es un deber del cristiano.

El ayuno es un tremendo sacrificio ya que nos lleva a vencer al “rey estómago”.

3. DANIEL ORABA CON ADORACIÓN

“Y esta fue mi oración al Señor mi Dios; esta fue mi confesión: Señor, Dios grande y digno de ser temido, que cumples tu pacto y tu misericordia con los que te aman y cumplen tus mandamientos:” (Daniel 9:4)


Empieza tu oración adorando a Dios, diciéndole lo bueno que es, lo grande y misericordioso que Él es. Así, fue como Daniel comenzó su oración. El no comenzó diciendo: “Señor dame, ayúdame, bendíceme” Él comenzó con gratitud y magnificando lo bueno que Dios es.

4. DANIEL ORABA CON UN CORAZÓN ARREPENTIDO

“Hemos pecado, hemos hecho lo malo, hemos sido impíos y rebeldes; ¡nos hemos apartado de tus leyes y mandamientos!” (Daniel 9:5)

Daniel no hace la oración de “perdónalos” sino “perdónanos” aunque tal vez él no haya cometido esos pecados, ora como si fueransus propios pecados. El verdadero arrepentimiento ocurre cuando sentimos un gran dolor por haberle fallado a Dios. Imploramos su misericordia sobre la gran maldad de nuestra ciudad.

“si mi pueblo, sobre el cual se invoca mi nombre, se humilla y ora, y busca mi rostro, y se aparta de sus malos caminos, yo lo escucharé desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra.” (2 Crónicas 7:14 NVI)

“Que nuestras oraciones pasen de ser simples ruegos hasta que lleguen a ser agonizantes” (Charles Spurgeon)

 

DISCIPULOS vs SEGUIDORES

Muchas personas son seguidores de muchas cosas, hay gente que sigue fielmente un equipo de futbol, o un actor, o un género de películas, etc.

Hoy en día es muy fácil seguir a alguien; tienes las redes sociales como Instagram, Facebook, twitter y muchas otras que te permitirán seguir la vida en detalle de todas estas personas o tendencias que te gustan; pero te has detenido a pensar ¿qué significa seguir a Jesús? No es como que lo encontrarás en el Instagram o en el Facebook y tendrás una conversación con el mientras se envían memes o stickers por WhatsApp, o que le darás like a sus publicaciones; seguir a Jesús es algo que nos debe llevar más allá de ser solo seguidores o fans, si tú quieres seguir a Jesús debes entrar en una nueva faceta de tu vida, la de ser un discípulo.

Te invito a aprender cómo llegar a ser discípulo.

 

DÉJALO TODO
Lo sé, esto suena muy extraño, pero tranquilo, no es lo que piensas.
En la Biblia tenemos muchos ejemplos de cómo aprender a dejarlo todo. Tenemos a Pedro, por ejemplo, que al escuchar la voz del Maestro dejó lo que estaba haciendo en ese preciso momento para seguirlo de por vida, Mateo 4:18-22

Dejarlo todo significa renunciar a las cosas que nos atan a este mundo para poder mirar las cosas que Jesús nos ofrece. No quiere decir que no trabajes o que no tengas metas o sueños, quiere decir que lo más importante en tu corazón a dejado de ser el mundo, y ahora es Jesús mismo. De modo que cuando Él te llame tú lo puedas seguir sin remordimiento.

 

ENTREGARLO TODO
Entregarlo todo es muy importante cuando quieres llegar a ser un discípulo de Jesús.
Cuando tú entregas todo, estás dando todas tus fuerzas, todas tus ganas, toda tu concentración y todo tu amor, y es eso lo que justamente Dios desea de nosotros, que todo lo que hagamos sea para Él y sea hecho con todo nuestro corazón.

Si Dios te ha llamado a ser un discípulo es para que tú dejes atrás la mentalidad de seguidor, un discípulo es aquel que sigue a su maestro a donde quiera que vaya, pero también es capaz de entregar todo por él, lo mejor de sus talentos, lo mejor de sus dones, lo mejor de su corazón; eso es lo que hace un discípulo real.

 

SÍGUELO HASTA EL FINAL
El último paso para ser un discípulo de Jesús es: seguirlo hasta el final.
Los discípulos de Jesús lo siguieron hasta su muerte, y muchos de ellos fueron martirizados décadas más tarde de que Jesús partiera al cielo. Ellos sabían que tenían una meta distinta que no era este mundo, era del cielo en el cual su Maestro los esperaba y por el cual ellos habían dedicado toda su vida.

Si tú quieres ser un discípulo de Jesús entonces jamás te apartes de Él. Síguelo hasta el final y veras que, usando las palabras del apóstol Pablo, habrás llegado a la meta.

Seguir a Jesús es un camino que te llevará a hacer sacrificios en tu propia vida; tendrás que dejar tu pecado, tendrás que dejar tus cargas, tendrás que dejar tus dolores y aflicciones, tendrás que dejar todas esas cosas que te matan y te hacen mal, pero si lo piensas bien, ¿que podría ser mejor que seguir a Jesús?, Él es quien te hace vivir confiado y seguro, así que no tengas temor de volverte un discípulo de Jesús. Un seguidor es efímero y se irá cuando se canse, pero ser un discípulo es para toda la vida, y que mejor vida que una vida junto al Maestro.

UN BUEN DISCIPULO DE JESUSCRISTO

2 Timoteo 2:1-7

Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús. Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente. El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero.  Considera lo que digo, y el Señor te dé entendimiento en todo.

Hay una pregunta que retumba constantemente en la mente del creyente, ¿Cómo ser un buen discípulo de Cristo?

El apóstol Pablo nos da una respuesta clara a esta pregunta, la cual está llena de sabiduría y nos ayudara a no solo ser un buen discípulo de Cristo, sino también a ser de gran impacto en nuestra sociedad.

En medio de una sociedad donde las tinieblas sobre abundan, y las personas han endurecido su corazón a causa de la maldad, es necesario que se levanten verdaderos imitadores de Jesús, los cuales impacten y traigan un cambio a la sociedad.

Veremos 3 características de un buen discípulo de Jesús:

 

ESFORZADO: (2 Timoteo 2:1) Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús.

Gracia significa favor inmerecido, Somos salvos por gracia (Efesios 2:8-9), debemos vivir por gracia (colosenses 2:6), Un buen discípulo de Cristo se esfuerza en la gracia, lo cual significa que confía completamente en Cristo y su poder, y no vive en Cristo en sus propias fuerzas, sino que recibe y utiliza el poder de Cristo. Jesucristo es el que nos da la fuerza necesaria para hacer su obra la cual nos ha sido comisionada como sus discípulos.

Esforzarse en la gracia requiere de compromiso y pasión por el conocimiento de la voluntad de Dios la cual es revelada por medio de las escrituras, las cuales necesitan de una vida de oración para discernir el rumbo correcto que el señor desea que tomemos para agradarle y honrarle.

 

ENSEÑA: (2 Timoteo 2:1) Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros.

Un buen discípulo de Jesús está comprometido con la visión de la iglesia, enfocado al 100% en el desarrollo eficaz de su misión, buscando así extender el reino de Dios en la tierra.

Un discípulo de Jesús que enseña a otros, es un discípulo que nunca deja de aprender, aquel que nunca deja de aprender es un discípulo que garantiza la preservación de la sana doctrina y un crecimiento saludable del reino de Dios en la tierra.

 

VIVE EN INTEGRIDAD: (2 Timoteo 2:1) Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado.

Un discípulo de Jesús enfrentara día tras día diversas pruebas y dificultades en su caminar de fe, las cuales le ayudaran a formar su carácter y fortalecer su fe, por esta razón el apóstol pablo le dice a Timoteo Sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo.

El apóstol continua diciendo algo bien especial y es como el discípulo de cristo debe mantenerse integro lejos de toda contratación con este mundo, porque el discípulo de cristo debe tener como prioridad agradar, dar gloria y alabanza al nombre de Jesús.

 

CONCLUSIÓN:

Un buen discípulo tiene como objetivo principal poder imitar a cristo de la mejor forma y así poder darle gloria y honra en todo lugar donde valla, recordemos que un buen discípulo de cristo esESFORZADO, ENSEÑA Y VIVE EN INTEGRIDAD.

DISCÍPULOS LLAMADOS Y ENVIADOS

Marcos 6:7 “Después llamó a los doce, y comenzó a enviarlos de dos en dos; y les dio autoridad sobre los espíritus inmundos”.

El propósito de enviar a los doce a predicar, no sólo era para ganar experiencia, y para que aprendieran a confiar en el Maestro estando alejados de Él, sino también para extender el reino de los cielos aquí en la tierra.  Este entrenamiento era preparándolos para el día cuando el Señor, una vez finalizada la obra en la cruz regresara al cielo y ya no estuviera presente en medio de ellos.

 

LLAMADOS:

Que impactante debía ser la vida de Jesús para que un hombre deje todo y lo siga automáticamente con el solo hecho de escuchar la palabra SÍGUEME.

También es curioso saber que Jesús pudo haber llamado a cualquiera de los fariseos que se sabían la ley de Moisés y los profetas de memoria, pero Jesús llamó a personas como pescadores, un cobrador de impuestos, usted y yo para dejarlo todo y seguirle con pasión y amor.

Jesús se compara como un médico que viene ayudar a los enfermos, pero él quiere que reconozcamos nuestros pecados y que tengamos un arrepentimiento genuino ya que la Palabra dice:

Lucas 5:32 “No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.”

Porque para el fariseo todos deben de cambiar menos ellos, pero para los que hemos nacido de nuevo, primero debemos cambiar nosotros para así cambiar a otros.

 

ENVIADOS:

La Biblia nos enseña que Jesús fue enviado por Dios del cielo con la misión de salvarnos y por eso debemos reconocer que:

  • Somos enviados para representar a quien nos envió y que para ser enviados tenemos que ser discípulos que permanecen porque no se puede enviar a alguien que no está.

Eclesiastés 4:9-10 “Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡hay del solo! Que cuando cayeren, no habrá segundo que lo levante.”

 

Jesús los envió de dos en dos y vemos estas ventajas:

  • Permite una comunión fraternal entre ellos.
  • Sirve de un mutuo socorro ante las adversidades.
  • Recibir ayuda y aliento el uno del otro.

 

LES DIO AUTORIDAD:

Es el derecho legal que Dios ha dado para ejercer poder. La autoridad Espiritual es posesión única de la cabeza CRISTO. Los discípulos tenían autoridad porque Dios se las dio. Los pastores tienen autoridad sobre las ovejas porque así Dios lo estableció.

Hebreos 13:17 “Obedecer a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no es provechoso.”

 

CONCLUSIÒN:

Ser discípulos de Jesús, seguirlo, obedecerlo, y dejar que nos capacite día tras día nos da autoridad de ir y predicar su Palabra y así extender el reino de Dios.

 

 

CARACTERISTICAS DE UN DISCÍPULO DE CRISTO

(Juan 15:1-5) Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador, Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer”.

Antes de hablar de algunas características de los “discípulos” de Jesús, debemos saber qué significa la palabra “Discípulo”. 

Discípulo: Persona que sigue y defiende las ideas, doctrinas y métodos de un maestro.

Cuando hablamos acerca de un discípulo de Cristo, es difícil no pensar en los primeros que la palabra de Dios nos narra en los cuatro Evangelios; donde nos dice cómo eran; hombres del común, no gozaban de un reconocimiento en la comunidad Judía.  Los doce discípulos fueron hombres ordinarios, a quienes Dios utilizó de una manera extraordinaria. Entre los 12 había pescadores, un cobrador de impuestos y un revolucionario; eran hombres de los cuales la sociedad no esperaba un logro significativo o que cambiara el rumbo histórico, político y económico de Israel.

Los Evangelios registran las constantes caídas, luchas y dudas de estos doce hombres que siguieron a Jesucristo. Pero que cuando fueron llamados por Jesús, asumieron su responsabilidad y fueron con Jesús a cumplir la misión de dar las “Buenas Nuevas” al mundo.

Según el pasaje de Juan vemos algunas características que necesita un discípulo de Jesús:

Pero primero entendamos lo siguiente:

  • Labrador = Dios
  • Vid = Jesús
  • Pámpanos = discípulos

Entonces, los discípulos que son los pámpanos deben:

LLEVAR FRUTO:Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará”

El Señor se refirió más bien, al fruto del Espíritu. El apóstol Pablo, hablando en cuanto a esto dijo en su carta a los Gálatas 5:22-23: «Mas el fruto del Espíritu, es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza». Éste es el fruto en la vida del discípulo.  Además, una oración eficaz, es también un fruto perpetuo y de alegría celestial. Ahora, si un discípulo tiene tal fruto en su vida, estará llevando a muchos hombres a la presencia de Dios, mediante el testimonio elocuente de su misma vida. Eso, por supuesto, hace que el ganar almas, sea una consecuencia del fruto.

PERMANECER: Permaneced en mí, y yo en vosotros”

Permanecer en Cristo significa mantener comunión y compañerismo constante con Él, es decir, todo el tiempo.  Hay una anécdota del famoso predicador Charles Spurgeon, según la cual, él se detuvo un día en medio de la calle, se quitó el sombrero y se puso a orar. Uno de sus colaboradores en la iglesia vio esto y le preguntó que si en verdad estaba orando allí, en medio del tráfico y la gente. El Sr. Spurgeon dijo que sí, que había orado. Dijo que una nube se había interpuesto entre él y su Señor, y que había querido quitarla en aquel mismo momento, y que por tanto se detuvo para confesar a Dios su mal pensamiento. Debiéramos tener esta sensibilidad porque necesitamos estar limpios para poder permanecer. Necesitamos confesar nuestros pecados al Señor para poder permanecer en comunión permanente con Él. Y luego, para permanecer en ese compañerismo, debemos guardar Sus mandamientos. Esto hace un discípulo de Cristo.

NO SEPARARME DE JESÚS porque separados de mí nada podéis hacer”

Tenemos libre albedrío y podemos romper la comunión y el compañerismo con Dios, al permitir que el pecado entre y se quede en nuestra vida; eso nos separa y al hacerlo, también nos aparta de la voluntad de Dios, al escoger dejarnos influenciar por la ideología mundana que se opone a Dios. Pero, Él quiere que permanezcamos en Él para que llevemos mucho fruto y seamos así sus discípulos.

CONCLUSIÓN

Jesús llamó a sus discípulos para hacer con ellos la obra encomendada por el Padre; tú y yo hemos sido llamados a serlo y a hacerlo.  La pregunta en este día es… ¿si asumes tu llamado como Jesús nos dice?  Se trata de llevar fruto. Y Dios recibe la gloria cuando producimos ese fruto en nuestra vida, en nuestro carácter, ese fruto agradable para Dios y las personas que nos rodean.

El buen discípulo de Jesús permanece en Él, en su palabra, medita en ella de día y de noche, la vive, la modela, con sus acciones muestra que la palabra lo ha limpiado, es un discípulo lleno de compasión, misericordia y amor por el prójimo; permanece  en su presencia, esto quiere decir que anhela su presencia, es un discípulo de oración, sabiendo que en ella recibe respuesta al como conducir su vida ante los acontecimientos que se presentan a diario.

LA FORMACIÓN DEL DISCÍPULO

Cuando pensamos en las características y cualidades que deben tener los discípulos de Jesús, generalmente pensamos en cualidades extraordinarias, con una lista de dones y talentos innumerables, hombres que son “perfectos”, con gran conocimiento en teología, eruditos y de una fe inquebrantable.

Es de sorprender la forma de trabajar de Jesús, quien para delegar tan grande responsabilidad como la gran comisión (Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo) escogió a hombres del común con tendencias a equivocarse fácilmente, con falta de fe al comienzo, no eran buenos oradores y hasta en ciertas ocasiones lentos para aprender y torpes espiritualmente, en resumidas cuentas eran hombres como usted y yo.

De la misma forma que Jesús transformó la vida de estos hombres también quiere hacer con nosotros, nos quiere llevar a vivir una vida piadosa en medio de un mundo cruel, a orar en un tiempo donde los quehaceres no dan tregua, a servir a los demás en una generación egocéntrica  que solo quiere ser servida,  nos quiere instruir de forma moral en un tiempo donde los valores están cada vez más distorsionados.

Estos hombres fueron instrumentos poderosos en las manos de Dios, de la misma forma que nosotros podemos ser esos instrumentos poderosos que Dios quiere utilizar (1ª corintios 1:25-29). No es nuestra inteligencia ni personalidad; el poder no está en nosotros, está en la Palabra de Dios, en la verdad que predicamos

A continuación veremos algunas áreas en las que Jesús trabajó en sus discípulos y también quiere trabajar en nosotros

 

Entendimiento espiritual

Muchas veces nuestros argumentos y la influencia del entorno que nos rodea nos hacen torpes, ciegos, lentos para oír y entender. Jesús quiere abrir nuestros ojos espirituales y nuestro entendimiento, quiere que nos sumerjamos en su Palabra. El Señor no solo quiere que tengamos alguna información, sino un conocimiento espiritual de Su Palabra, de quién es Él y de lo que implica la vida cristiana.

Abre mis ojos, y miraré Las maravillas de tu ley (Salmo 119:18)

 

Humildad

A menudo estamos preocupados solo en nosotros mismos, nos centramos en nuestros propios intereses y en el desarrollo pleno del yo interior. Estas dificultades también la tuvieron los discípulos de Jesús cuando discutían sobre quién sería el más importante entre ellos (Mateo 20: 20-28). Pero ¿qué nos enseña Jesús al respecto de todo esto? El mismo Rey de reyes, Señor de señores nos enseña a ser siervos, a lavarle los pies a los demás, es tan grande su ejemplo que se humilló a si mismo hasta la muerte de cruz, Él mismo dijo: “Yo no vine para ser servido, sino para servir”

 

Fe

Muchas veces el Señor tiene que llamarnos “hombres de poca fe”, pues a veces nuestro corazón claudica entre la fe y la razón, limitamos el poder infinito de Dios al tamaño de nuestra fe y creemos que el Dios que resucitó muertos, que multiplicó los panes y los peces, que sano enfermos y hace prodigios no puede hacer el milagro que nosotros necesitamos

El Señor quiere trabajar en nuestra fe, para que aprendamos a depender completamente de Él.

 

Compromiso

Es normal que mientras el Señor esté en medio de nosotros haciendo milagros nos sintamos respaldados y comprometidos por la causa del Señor, pero… ¿Qué sucede cuando llegan los momentos de dificultad o el día malo? Cuando Judas llegó con los soldados para arrestar a Jesús mientras estaba en el huerto orando, todos sus discípulos lo abandonaron e incluso Pedro terminó negándolo, dejando a un lado todas las enseñanzas y olvidando el poder que Él les había dado para hacer prodigios. Afortunadamente tenemos un gran abogado para con el Padre, a Jesucristo Justo y El ora por nosotros para que nos mantengamos fieles (Juan 17)

Dios no busca personas sin defectos o grandes entendidos en teología, Dios busca hombres y mujeres como tú y yo que estén dispuestos a servirle con todo nuestro corazón.

“Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.”

2ª Corintios 12:9

 

DISCÍPULOS DE JESÚS

1ª Pedro 2:21   “Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas;”

INTRODUCCIÓN
Comenzamos un nuevo mes con un nuevo tema en nuestro blog, aprenderemos sobre lo que significa ser verdaderos discípulos de Jesús. Aunque no lo parezca, Jesús no vino principalmente a hacer solo seguidores, sino discípulos y entre ambos hay una gran diferencia que vamos a considerar hoy. 

Un discípulo es aquella persona que no sólo recibe enseñanza, instrucción y orientación de un maestro, sino que las APLICA a su propia vida, las reproduce y también defiende las ideas, doctrinas y métodos de su maestro. Es algo como, estar en un mismo sentir o un mismo espíritu entre el maestro y el discípulo.

Preguntémonos por un momento ¿Cualquier persona podría ser discípulo? NO, Por lo que nombramos anteriormente solo sería discipulo aquella persona que está abiertamente a aprender todo el tiempo y no sólo lo que le conviene sino también lo que se le demanda.

Cuando un discípulo deja de aprender, deja de ser discípulo, porque dejó de alcanzar sus ideales de parecerse al maestro«

Jesús, el gran “hacedor de discípulos”, el Maestro por excelencia, nos dejó un modelo de lo que es un verdadero discípulo; éste implica un cambio, una determinación y una abnegación.

¿Qué implica ser discípulo de Jesús?

 

UNA INVITACION: (Lucas 5:27.) Después de estas cosas salió, y vio a un publicano llamado Leví, sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme.

Este hombre llamado Leví, quien más tarde fue llamado Mateo, tuvo la oportunidad de recibir una propuesta de parte del Maestro y era seguirlo. Esto implica dejar la posición en la que estás para asumir una posición de aprendiz, estudiante y seguidor.  Este hombre comprendió no solamente quién le hablaba, sino qué tan miserable podía ser si rechazaba tan gloriosa invitación.

Leví, aunque tenía una posición por parte del gobierno; pues era recaudador de impuestos, comprendió que una posición en esta tierra le podía dar reconocimiento, riquezas y poder. Pero también comprendió, que esto se le podría añadir siguiendo al señor Jesús ¿Cómo es esto?  Este hombre ocupo una posición entre los 12 apóstoles, encontró la riqueza de la salvación y recibió poder cuando el Espíritu Santo descendió sobre ellos en Pentecostés.

Al igual que Leví, estábamos llenándonos y conformándonos con las cosas pasajeras que el mundo nos ofrece, pero también nos llegó la sublime invitación de seguir las pisadas del Maestro, participar en extender el reino de los cielos en la tierra y someternos a su preciosa voluntad.

 

LA DETERMINACION NO ME HACE RETROCEDER: (Lucas 5:28) “Y dejándolo todo, se levantó y le siguió”.

Un discípulo de Jesús se caracteriza por darle la espalda al pecado y seguir al Maestro. Leví no pensó en algún momento en tomar una cifra del dinero que podía tener sobre la mesa el cual estaba a su cargo, por que esa cifra o ese apego lo podía descalificar del llamado. No pensó en su corazón en seguir a Jesús mañana o después. Comprendió que si debía servirle al Maestro era desde ese preciso momento, su decisión lo llevó a la acción y respondió al llamado con hechos.

¿Qué te falta por abandonar para ser un verdadero discipulo de Jesús?, ¿Cuánto tiempo llevas postergando o aplazando esta invitación de seguir al Maestro?

Quizás en algún momento recibiste esta invitación, pero no la aceptaste y la has estado aplazando, dejándola para después, o te aferraste más a las cosas pasajeras del mundo, o quizá has preferido más las riquezas del mundo, que las riquezas eternas del Reino de Dios. Hoy es el momento para que respondas al glorioso llamado que Jesús te hace de convertirte en Su discípulo, no sólo en un simple oidor o simpatizante.

 

CONCLUSION
Cristo padeció por nosotros, ¿porqué no responder a sublime acto de amor siendo instrumentos con los que el maestro pueda seguir llevando a cabo la Gran Comisión de ir y hacer discípulos por todas las naciones?

El Señor hoy te invita a seguirlo, a aplicar sus enseñanzas a tu vida y a imitar su vida:

“El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo”
1 Juan 2:6

 

 

ESPERA Y NO TE DESESPERES

Generalmente cuando escuchamos la palabra “esperar” la relacionamos con minutos u horas, es decir:  esperar el metro, esperar a que me atiendan en el banco, esperar haciendo una fila, etc. Sin embargo, hoy hablaremos del significado literal de esta palabra.

La palabra esperar se repite muchas veces en la Palabra de Dios, lo cual indica que es muy importante dentro del contexto bíblico.

Algunos de los significados más representativos para la palabra esperar son:

  • Tener la esperanza de lograr algo
  • Tener la esperanza de que se realice algo que se desea
  • Creer o saber que sucederá una cosa

En el contexto bíblico podríamos definir la palabra esperar como creer, tener fe o tener esperanza en que Dios hará.

Cuando atravesemos por momentos de angustia, tristeza o soledad, es allí donde debemos esperar en el Señor; en momentos de escasez o enfermedad es el tiempo de esperar en Dios; en momentos de abundancia, alegría o felicidad, es el tiempo de esperar en Él. Esperar en Dios es confiar en ÉL, confiar en que Dios hará, en el momento indicado Él responderá, en el momento adecuado, Él abrirá puertas de bendición, cuando menos te lo esperes Él obrará la sanidad.

Cuando comprendemos que Dios es perfecto, comenzamos a aprender a esperar en su voluntad, comenzamos a creer que Él se manifestará sin importar cuán grande sea la adversidad.

Sin embargo, algo que debemos tener en cuenta es que esperar en Jehová no significa que Él hará lo que yo quiero o lo que yo creo que es mejor, más bien significa que Él hará su buena y perfecta voluntad.

Algunos beneficios de esperar en Dios:

 

ÉL NOS PROTEGERÁ

Salmos 18:30 En cuanto a Dios, perfecto es su camino,
Y acrisolada la palabra de Jehová;
Escudo es a todos los que en él esperan

Cuando esperamos, es decir, confiamos en Dios, Él se convierte en un escudo para nosotros, un escudo que detiene todo ataque que el enemigo geste en nuestra contra.

 

NO SOMOS CONFUNDIDOS NI AVERGONZADOS

Salmos 25:3 “Ciertamente ninguno de cuantos esperan en ti será confundido; serán avergonzados los que se rebelan sin causa”

Cuando esperamos en Dios puede que algunos se burlen de nosotros, y nos digan que hay otros caminos más rápidos, pero no agradables a Dios para lograr aquello que estamos esperando, sin embargo, esperar en Dios nos da la certeza de que el resultado final, es el mejor resultado final que podemos llegar a obtener de entre todos los posibles resultados que muchas otras opciones nos pudiesen dar.

 

ALEGRAMOS SU CORAZÓN

Salmos 147:11 Se complace Jehová en los que le temen, y en los que esperan en su misericordia”

Cuando esperamos y confiamos en el Señor, alegramos su corazón.

 

CONCLUSIÓN
Este es el tiempo de esperar y no desesperar, es tiempo de confiar en que Dios hará, pues cuando no lo hacemos, tomamos decisiones equivocadas, que nos llevarán a cosechar consecuencias que no nos agradaran y probablemente la situación empeorará.

Recuerda, es tiempo de esperar y no desesperarte !!!

 

 

UNA FE QUE CRECE

“Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo había prometido.” (Hebreos 11:11)

Por mucho tiempo hemos escuchado sobre la historia del nacimiento de Isaac, la fe de Abraham y la risa de Sara; pero, ¿alguna vez te has detenido a pensar en el tamaño de fe que esta pareja tuvo que tener para ver su promesa cumplida?

Es evidente que hoy en día estamos pasando por un momento crítico en muchas áreas de la vida. La salud está en juego y, por lo tanto, la economía se ha visto pausada por cuidar de la salud. Pero más que esto, la fe ha sido una de las áreas de la vida que podríamos decir, ha mengüado más en algunas personas, es triste decirlo pero mucha gente ha perdido la fe.

Nuestra meta es alcanzar una fe que crece, que aumenta, que no mengua y no se pierde, por esto veremos cómo mantener nuestra fe activa:

  • Confía, aunque todo parezca en contra:

Si algo podemos ver en Abraham es que él no vio con sus ojos físicos, él confió en la promesa y, aunque físicamente era imposible, él vio con los ojos de la fe y no permitió la incredulidad en su vida.

  • Toma tus peticiones y confía: cierra tus ojos y pídele a Dios que abra tus ojos de la fe:

Felicidades, has decidido confiar y ver por la fe, tu fe crecerá más en la medida que confías cada día más en el Señor y sus promesas.

  • Mira con fe, Dios obrará.

Confiar es el primer paso en el camino al crecimiento en la fe. Ahora, empieza a ver las cosas que no son como si fueran realidad (Hebreos 11:1).  Abraham creyó que Dios le daría un hijo, y así fue, él visualizó sus brazos cargando al niño prometido, y así le aconteció. Entrega a Dios Tus peticiones, tu salud, tu economía, tu familia, etc. Y el obrará conforme a tu fe.

Conclusión:

Fe que crece, no que perece.  Ya has confiado, ya has visto con fe, ahora, el último paso: REPITE y vuelvelo a hacer. Muchas veces nuestra fe crece por periodos. Unos días está muy alta, pero otra mengua y perece.

Nuestra meta como cristianos es mantener nuestra fe en crecimiento continuo, y para entender eso, debemos tener presente que la fe crece cuando es puesta a prueba. No temas cuando venga la dificultad, cree, confía, no desmayes, has crecer tu fe cada día para que nunca perezca.

La fe es un reflejo de la confianza que el cristiano tiene en Dios, la medida de tu fe será también la medida en la que verás la mano de Dios obrando obrando en tu vida y a tu alrededor.

ENTENDIENDO LA FE

(Hebreos 11:1) Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”.

Todos los hombres tenemos la confianza de muchas cosas en nuestras vidas.  Muchas veces la confianza está basada más, en las capacidades propias que en el verdadero poder de Dios y es por eso que no se logran las metas o los objetivos trazados.

El capítulo 11 de Hebreos nos enseña que la fe sólo está basada en el poder sobrenatural de Dios y en Su Palabra y no en las capacidades humanas que son limitadas, comparadas con el gran poder del Señor.

Hoy vamos a ver y a conocer unos personajes por medio de algunos pasajes bíblicos, y de la forma cómo Dios por medio de la fe hace cosas sobrenaturales:

Es importante saber que la fe viene a la vida de las personas por oír, aplicar y conocer la Palabra De Dios:

Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.Romanos 10:17

ABRAHAM: Hebreos 11:8
Abraham por la fe obedeció la Palabra de Dios y salió a heredar la tierra que Dios le prometió.

NOÉ: Hebreos 11: 7
Por la fe Noé fue en contra de lo que todos pensaban y sólo fijó su oído en la voz de Dios y no en lo que hombres pensaban y decían.   Y, construyó un arca en el cual él y su familia se salvó del diluvio.

LOS APÓSTOLES: Hebreos 11:37
Sólo por la fe estos hombres pudieron soportar ser aserrados, ser muertos a cuchillo, ser descubiertos en sus pieles, estar angustiados y ser maltratados.

Ellos conocieron al maravilloso Dios que obra por medio de la fe y cada experiencia y cada momento que vivieron valió la pena porque el resultado de la fe no se hizo esperar.

Hoy queremos motivarte a que te sumerjas en la Palabra de Dios y así poder vivir una vida de Fe por medio de la cual el Señor te llevará a ver su gloria y a disfrutar de toda su majestad;  recuerda lo que la Biblia nos dice: “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.”Hebreos 11:6

La fe no es el resultado de la motivación personal o de una mentalidad positiva, sino que es el resultado de saturar tu mente y tu corazón de la Palabra de Dios, de atesorarla, amarla, pero sobre todo vivirla y aplicarla.  La fe va más allá de la esperanza, pues mientras la esperanza dice: “yo sé que algún día Dios me bendecirá”, la fe dice: “Dios ya me bendijo, ya recibí la respuesta de Dios” (aún sin haber llegado todavía)

La fe que viene por la Palabra de Dios, nos lleva a hacer cosas grandes para Dios, al igual que Abraham, Noé, y los Apóstoles, etc.