DISCIPULOS vs SEGUIDORES

Muchas personas son seguidores de muchas cosas, hay gente que sigue fielmente un equipo de futbol, o un actor, o un género de películas, etc.

Hoy en día es muy fácil seguir a alguien; tienes las redes sociales como Instagram, Facebook, twitter y muchas otras que te permitirán seguir la vida en detalle de todas estas personas o tendencias que te gustan; pero te has detenido a pensar ¿qué significa seguir a Jesús? No es como que lo encontrarás en el Instagram o en el Facebook y tendrás una conversación con el mientras se envían memes o stickers por WhatsApp, o que le darás like a sus publicaciones; seguir a Jesús es algo que nos debe llevar más allá de ser solo seguidores o fans, si tú quieres seguir a Jesús debes entrar en una nueva faceta de tu vida, la de ser un discípulo.

Te invito a aprender cómo llegar a ser discípulo.

 

DÉJALO TODO
Lo sé, esto suena muy extraño, pero tranquilo, no es lo que piensas.
En la Biblia tenemos muchos ejemplos de cómo aprender a dejarlo todo. Tenemos a Pedro, por ejemplo, que al escuchar la voz del Maestro dejó lo que estaba haciendo en ese preciso momento para seguirlo de por vida, Mateo 4:18-22

Dejarlo todo significa renunciar a las cosas que nos atan a este mundo para poder mirar las cosas que Jesús nos ofrece. No quiere decir que no trabajes o que no tengas metas o sueños, quiere decir que lo más importante en tu corazón a dejado de ser el mundo, y ahora es Jesús mismo. De modo que cuando Él te llame tú lo puedas seguir sin remordimiento.

 

ENTREGARLO TODO
Entregarlo todo es muy importante cuando quieres llegar a ser un discípulo de Jesús.
Cuando tú entregas todo, estás dando todas tus fuerzas, todas tus ganas, toda tu concentración y todo tu amor, y es eso lo que justamente Dios desea de nosotros, que todo lo que hagamos sea para Él y sea hecho con todo nuestro corazón.

Si Dios te ha llamado a ser un discípulo es para que tú dejes atrás la mentalidad de seguidor, un discípulo es aquel que sigue a su maestro a donde quiera que vaya, pero también es capaz de entregar todo por él, lo mejor de sus talentos, lo mejor de sus dones, lo mejor de su corazón; eso es lo que hace un discípulo real.

 

SÍGUELO HASTA EL FINAL
El último paso para ser un discípulo de Jesús es: seguirlo hasta el final.
Los discípulos de Jesús lo siguieron hasta su muerte, y muchos de ellos fueron martirizados décadas más tarde de que Jesús partiera al cielo. Ellos sabían que tenían una meta distinta que no era este mundo, era del cielo en el cual su Maestro los esperaba y por el cual ellos habían dedicado toda su vida.

Si tú quieres ser un discípulo de Jesús entonces jamás te apartes de Él. Síguelo hasta el final y veras que, usando las palabras del apóstol Pablo, habrás llegado a la meta.

Seguir a Jesús es un camino que te llevará a hacer sacrificios en tu propia vida; tendrás que dejar tu pecado, tendrás que dejar tus cargas, tendrás que dejar tus dolores y aflicciones, tendrás que dejar todas esas cosas que te matan y te hacen mal, pero si lo piensas bien, ¿que podría ser mejor que seguir a Jesús?, Él es quien te hace vivir confiado y seguro, así que no tengas temor de volverte un discípulo de Jesús. Un seguidor es efímero y se irá cuando se canse, pero ser un discípulo es para toda la vida, y que mejor vida que una vida junto al Maestro.