VIVIENDO POR FE
«Mas el justo vivirá por fe; Y si retrocediere, no agradará a mi alma». (Hebreos 10:38)
«Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan». (Hebreos 11:6)
En el mundo existen dos tipos de personas:
- Aquellos que se basan en la razón y en lo que ven con sus ojos (que son la mayoría)
- Aquellos que son guiados por la fe
Solo hay dos posibles actitudes hacia la vida en este mundo: actitud de fe y de incredulidad. Podemos conducir nuestra vida simplemente creyendo con plena seguridad en Dios y lo que nos dice en su Palabra, o basarnos en la “razón” para cuestionar y poner en duda todo lo que a Dios se refiere.
Cuando actuamos por la razón, es decir, lo “lógico, lo normal, lo visible, lo COHERENTE” estamos negando uno de los fundamentos del cristianismo: LA FE
Sin duda alguna, uno de los aspectos principales que definen el cristianismo es la FE en todos sus significados. La fe es lo que nos permite conocer personalmente a Dios, por eso todo aquel que desee conocer verdaderamente a Dios debe tener FE, es un requisito fundamental para acercarnos a Dios
Todo aquel que desee una vida cristiana fructífera, próspera y bendecida debe vivir siempre en la dimensión de la fe, pues a través de ella nuestra relación con Dios se fortalece, además la fe nos hace aptos para conquistar los sueños que Dios tiene para cada uno.
En este pasaje de Hebreos 10:38 encontramos dos palabras claves importantes: “Justo” y “Fe
- JUSTO: (Equitativo en carácter y acciones, inocente, santo)
Un justo es aquel que sabe hacer lo correcto y actúa conforme a la ley, en este caso a la ley de Dios que es la BIBLIA. Somos llamados a actuar como personas “justas” que actúan conforme a la ley de Dios. - FE: (sinónimo de confianza plena)
Es una confianza en Dios viene por el oír su Palabra (Ro. 10:17). No puedes confiar en Dios, si no le oyes hablar por medio de su Palabra a tu corazón; una persona que no lee la Biblia no puede tener fe y confiar en Dios.
Hebreos 11:1 La FE es la confianza y la plena seguridad de que en verdad sucederá lo que esperamos, pero que aún no tenemos; es lo que nos da la certeza de las cosas que no podemos ver. Esta es la confianza que motivó a los hombres y mujeres de la Biblia a vivir para Dios y confiar que Él verdaderamente cumplía sus promesas.
FE vs CREER: Aunque la palabra “creer” es la que más se utiliza hablando de la fe, no se puede limitar el significado de la fe a simplemente el concepto de creer, porque la Biblia dice que “los demonios creen y tiemblan”(St: 2:19). El rey Agripa creía a los profetas, pero eso no implicó un cambio (Hc: 26:27-28).
El hombre es capaz de creer en la veracidad de algunos hechos históricos, o en un conjunto de creencias, o de doctrinas, o en una ideología, o en una religión. Pero la FE siempre va vinculada con el conocimiento y practica del Evangelio. Es decir: Yo obtengo FE solo cuando CONOZCO + MEDITO + PRACTICO EL EVENGELIO.
Dios a cada uno de nosotros nos dio una medida de fe, que es la LLAVE para conquistar aquellas cosas que en lo natural sería imposible (Ro. 12:3). La FE se activa por medio de la Palabra de Dios, en la medida que tengamos contacto con las Escrituras esa fe irá creciendo.
Ahora bien, Jesús muchas veces cuando hacía un milagro le decía a la gente “TU FE TE HA SANADO”. Dios es poderoso, pero él actúa conforme a nuestra fe, es decir, él actúa conforme a la confianza y seguridad que nosotros tengamos en Él. Nuestra fe le permite al Señor hacer cosas milagrosas a nuestro favor, vemos el ejemplo de la mujer con el flujo de Sangre. (Mt.9:21-22) que decía “si tan solo tocara el borde de su manto seré sana”
La fe está por encima de los sentidos comunes, por lo general el ser humano tiende a confiar solamente en lo que ve, pero cuando logramos visualizar por medio de la fe, lo que Dios tiene para nosotros, nace en nuestro corazón una convicción de que eso que aun no se ve, ya es una realidad.
LA FE vs LA DUDA: La Biblia dice en 1ª Juan 5:10 que quien no cree en Dios (no tiene fe) lo está haciendo mentiroso, es decir, quien no cree en Dios o no confía en su Palabra y sus promesas, es decir, no tiene fe, es como si le estuviera diciendo a Dios “eres un mentiroso” ¿y como puede Dios agradarse de alguien que lo considera mentiroso? La vida que le agrada a Dios, es la vida que tiene Fe, alguien que valora las promesas a Dios y no las olvida, que contempla lo invisible y que persevera hasta el fin.
CONCLUSIÓN
Si de verdad anhelas cambios significativos y profundos en tu vida, en tu familia, en tu economía, tu salud, tu negocio, etc. Es necesario que aprendas a moverte en la dimensión de la fe, a creer en lo imposible, retar la razón, desafiar lo natural y creer en el Dios sobrenatural.