Por: Pastor Juan Loaiza
“…Hasta que yo Débora me levanté, Me levanté como madre en Israel.” (Jueces 5:6-9)
En estos tiempos surge una pregunta: ¿cómo puede impactar la iglesia cristiana esta ciudad con el poder de Dios y de qué manera? Para encontrar la respuesta debemos entender que en la iglesia cristiana hay personas con grandes talentos, capacidades, dones, etc. en diferentes áreas, tales como: las artes gráficas, digitales, escénicas, sistemas y tecnologías, liderazgo, administración, aconsejar, enseñar, evangelizar, organización de eventos y logística, música, danzas y teatro, etc.
El mundo de hoy requiere personas INCONFORMES con la maldad, el pecado, la desigualdad, la injusticia, la problemática social, etc. Los inconformes actúan, no solamente proponen, no sólo critican el problema, son personas de iniciativa que proponen soluciones efectivas.
Los expertos pasan mucho tiempo tratando de averiguar lo que hace a las personas exitosas; casi siempre buscan su conocimiento, inteligencia, educación, y otros aspectos; pero más que cualquiera otra cosa, la diferencia la hace la pasión y el compromiso. Cualquiera que viva por encima de una vida común, es alguien comprometido y apasionado con lo que hace; esto es cierto en cualquier campo: un compromiso débil trae resultados endebles, así como un fuego pequeño produce poco calor. Mientras más fuerte sea nuestro fuego, más grande será el deseo, más grande el potencial y más grande el compromiso.
La pasión es como la gasolina del compromiso; si quieres cualquier cosa escasamente, no tendrás la voluntad ni las ganas para lograrlo y por ende, no te vas a comprometer con eso. La única forma de tener esa clase de deseo es teniendo pasión, si no tengo PASIÓN por Dios, no voy a tener las ganas de vivir en santidad, de guardarme, SI NO TENGO PASIÓN POR DIOS, NO ME PUEDO COMPROMETER CON ÉL; ESA PASIÓN SE ENCIENDE CON LA PALABRA DE DIOS
Ahora bien, en la Biblia vemos gente que marco la historia porque tuvo iniciativa, retaron su fe, se comprometieron y actuaron; veamos el ejemplo al pueblo de Israel en los tiempos de los jueces, eran tiempos muy difíciles como los que vivimos hoy en día, estaban en plena guerra y hubo quienes se levantaron, actuaron y pelearon, pero hubo quienes se conformaron y no hicieron nada:
Jueces 5
- 6-9 “hasta que yo Débora me levanté” Una mujer de decisión que ACTUÓ
- 16 En la tribu de Rubén solo hubo grandes intenciones, pero ninguna acción
- 17 Galaad se quedó en su comodidad del otro lado del Jordán.
- 17 Dan y Aser teniendo la capacidad (naves) se quedaron con sus capacidades, pero no hicieron nada con ellas.
- 8 siendo tiempo de guerra estaban entretenidos escogiendo “nuevos dioses”
- 9 Pero hubo quienes no fueron así, sino que VOLUNTARIAMENTE SE OFRECIERON
Esta es la respuesta a la pregunta inicial. ¿Cómo puede impactar la iglesia cristiana esta ciudad con el poder de Dios y de qué manera?. CON COMPROMISO Y ACCIÓN, podemos usar cada habilidad y talento que Dios nos dio para transformar esta generación con el poder de Dios.