SEMANA 3
EL CAMINO ENTRE LA UNCIÓN Y EL TRONO (parte 3)
¿Cuántos quisiéramos que las promesas de Dios, los sueños y metas que nos hemos trazado se cumplieran de forma inmediata?, a veces quizá hasta los vemos muy lejanos, pero es necesario el proceso de formación, aprendizaje y preparación para que cuando llegue lo que esperamos podamos tener la mejor actitud, un carácter firme y con corazón correcto.
Muchos de los hombres que marcaron la historia Bíblica fueron llamados por Dios desde su juventud, desde muy temprana edad Dios les dijo que los iba a levantar, bendecir y usar, pero era necesario primero que fueran formados para las responsabilidades que vendrían mas adelante, David, el rey, el poeta, el músico, el profeta, el soldado, el general, el que mató gigantes, también fue llamado siendo muy jovencito, pero también fue formado por Dios en un proceso que estamos aprendiendo durante este mes.
1. LAS LANZAS (1º Sam 18:10-11 / 19:9-10)
En este punto de la historia, David había matado a Goliat hace poco, el rey saul tuvo celos y envidia de David por que el pueblo reconoció y se alegró más por el triunfo de David sobre Goliat que sobre cualquier otra victoria que el rey mismo hubiera logrado.
1º Samuel 16:14-23 la Biblia nos cuenta David era músico y tocaba para el rey Saul cuando un espíritu maligno lo atormentaba, entonces cuando David tocaba su arpa Saul tenía paz y el espíritu maligno se alejaba de Saul.
Ya en el Capitulo 18, vemos que David, después de matar a Goliat, siguió tocando para Saul como lo hacía antes, pero cierto día, Saul le tiró dos veces una lanza a David con intención de matarlo.
Después de esto, estando David en su casa y Saul envió espías para vigilar a David y matarlo en un momento de descuido, pero la esposa de David (que era hija del rey Saul), lo ayudó a escapar y engañó a los espías de su padre el rey.
David huyó, pero no se fue resentido, ni cargado con Saul su autoridad, no formó un ejercito para regresar y vengarse del rey y tomar el trono por la fuerza.
Habrá momentos en que alguna autoridad «nos va a tirar la lanza», algún jefe o supervisor, algún líder, nuestros padres no cristianos, pero nosotros no podemos responder igual que ellos, debemos ser cómo David, que en ningún momento se enojó, se cargó, se resintió con su autoridad el rey, no procuró vengarse, no se quejó, no murmuró.
2. LA CUEVA DE ADULAM (1º Sam 22:1-4)
Después que David huyó de Saul, este lo comenzó a perseguir para matarlo, pero David fue y se escondió en lugares desérticos hasta llegar a una cueva donde se quedó escondido de Saul.
Pareciera ser injusto que el ungido por Dios para que fuera rey estuviera durmiendo en una cueva fría, fea, maloliente y oscura y un «rey endemoniado» estuviera en el trono de Israel viviendo en la comodidad del palacio, pero Dios estaba formando el carácter de David y su sujeción a la autoridad, aún cuando la autoridad fuera injusta, mala y tratara de destruirlo.
Esta cueva fue un tiempo de preparación, pero también de aprendizaje para David, porque el estar escondido, perseguido y angustiado, no le impidió a David cultivar su relación con Dios, no le impidió buscar la presencia de Dios (Sal 57:7-11) .
Habrá momentos donde tu corazón será probado en la soledad, en la persecución, en la angustia, en las dificultades, pero es allí donde más debes fortalecer tu comunión con Dios (lee Deuteronomio 8:2-5).