SEMANA 1

EL CAMINO ENTRE LA UNCIÓN Y EL TRONO (parte 1)

Durante este mes vamos a estudiar un poco sobre la vida del rey David; un hombre de muchas facetas: Músico, compositor, poeta, soldado, hijo, hermano, esposo, padre, rey, líder. En cada una de las áreas de su vida hubo grandes lecciones que podemos aprender y aplicar.

Como jóvenes, al igual que David; tenemos diferentes roles: estudiante en la universidad, casado, papá y/o mamá, empleado, y muchos otros más;  y en cada uno tenemos sueños, planes, proyectos de vida, anhelos, etc., pero debes entender que para lograrlo es necesario un proceso. Dios nos quiere formar y enseñar a ser cada día mejores en todo lo que hagamos, el Señor quiere que seamos más como Él y para ello nos pasa por diferentes procesos al igual que a David.

La Biblia nos muestra el proceso de David desde su juventud hasta convertirse en rey:

1. LA DOBLE UNCIÓN, EL COMIENZO DEL CAMINO (1º Samuel 16:13)

Desde muy jovencito David fue ungido por Dios  través del profeta Samuel, ese día David recibió una doble unción: con aceite y con el Espíritu Santo.

2º Samuel 5:4 David fue ungido primero como príncipe y luego fue ungido como rey;  y el tiempo que pasó entre la unción de David por Samuel y la unción como rey en fueron aproximadamente 15 y/o 16 años.  David tenía alrededor de 14 ó 15 años cuando fue ungido por Saúl y 30 cuando fue ungido como Rey de Israel.

En esos 15 años la vida de David fue formada; su unción fue probada, pasó muchas dificultades, fueron 16 años duros, difíciles, dolorosos, perseguido por un ejército por un delito que nunca cometió;  su unción no solo fue probada, sino atacada también.

Habrán momentos en los que tu fe será probada, sea en la universidad, en tu lugar de empleo, con tu familia, amigos, en tu economía, o en tu salud; pero tú debes permanecer firme y entender que todo hace parte del proceso en el que Dios te está llevando, pues una fe no probada muchas veces se convierte en una fe débil.

En esos 15 años, el hombre que estuvo en medio de la formación de David fue su propia autoridad, el rey (que además era su suegro y el papá de su mejor amigo): SAÚL.

Prepárate para el Saúl de tu vida !!

 

2. RECHAZO FAMILIAR (1º Samuel 16:5-12)

Incluso antes de ser ungido por el profeta Samuel, el propio padre de David (la autoridad de su casa) lo tenía en poco y no lo llamó cuando el profeta le dijo que llamara a TODOS sus hijos; tampoco ninguno de los otros hermanos pensó en llamarlo.

Uno de los lugares donde los grandes hombres de Dios son formados y preparados para las cosas grandes del mañana, es al interior de su hogar, en su propia familia,  incluso al mismo Señor Jesús le sucedió; pero tú no debes permitir que el rechazo o las palabras ásperas de otros dañen o distorsionen los planes de Dios contigo, recuerda lo que el mismo David dijo: Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá (Salmo 27:10).

 

3. LLAMADO A UN TRABAJO MENOR: MUSICO Y PAJE DE ARMAS (1º Sam 16:21-23)

Después de ser ungido y recibir esa tremenda noticia: «Serás el rey de Israel»,  la primera labor que recibió David no fue precisamente una labor de liderazgo, su primera labor no fue ser capitán, príncipe o gobernador, sino un músico y un cuidador de armas, “trabajos menores” en su época, trabajos que podía hacer cualquiera. Pero nunca reclamó su unción, nunca la sacó a relucir, nunca dijo: “Dios me ungió como rey”, sino que humildemente aceptó esos trabajos, sujeto a otros, nunca renegó, nunca se quejó, nunca reclamó el trono a la fuerza.

«Fue ungido para ser rey y lo mandan a limpiar las armas de otros»

No te angusties, ni te desesperes por las tareas que estés realizando en este momento, no te afanes, no trates de acelerar el proceso de Dios contigo, espera pacientemente, aprende de los “trabajos menores”, aprende de cada situación en el proceso hacia la bendición, este es solo el comienzo de esta aventura.

Para pensar:
Dios ha comenzado una obra en tu vida, Él quiere formarte y prepararte para cosas grandes en cada área de tu vida, tu viaje apenas comienza, sin importar la edad que tengas, así que ánimo, camina hacia la meta con paciencia.  ¡Sigue este devocional la próxima semana!.