Las estadísticas y estudios dicen que cada uno de nosotros llega a influenciar directa o indirectamente por lo menos a diez mil personas durante el transcurso de nuestra vida. El problema no es si uno influirá en alguien, sino cómo lo haremos, cómo usaremos esa influencia.
Dios es el líder supremo, y Él llama a cada cristiano a liderar a otros, por eso nos creó con la capacidad de relacionarnos con Él y con los demás. Cada persona que acepta a Cristo está llamada a INFLUENCIAR a otros, el hablarle a otros de Cristo es un mandamiento que está en la Biblia, y eso es influenciarlos. Todos podemos y estamos llamados a liderar (influenciar) a otros, no es solo para un grupo selecto de la iglesia.
Si eres un seguidor de Jesús debes entender que estas llamado a influenciar a otros, Jesús lo expresó en (Mateo 5:13-16), No importa si eres ama de casa, estudiante, empleado, supervisor, etc, Si te llamas Cristiano, estás llamado a influenciar a otros con la Palabra de Dios.
El problema es que la mayoría de personas (sobre todo los cristianos) no creen que pueden ejercer una influencia positiva sobre el mundo que los rodea, preguntémonos por un momento ¿Cuál es el potencial que Dios puso en mi? ¿Qué potencial puso Dios en mi para influenciar a otros?.